viernes, 28 de enero de 2011

Mama África



Abrid vuestras puertas al inmigrante y preguntadle cómo se llama su madre, cuales son sus sueños, cómo era su casa. Entended que los seres humanos somos lo mismo en todas partes y que la amistad de aquél que depende de la amabilidad de un extraño es sin duda un inmejorable regalo. Observad las vidas de quienes habitan a nuestro lado y preguntaos cuál es la diferencia: ¿la piel?, ¿la ropa?, ¿las costumbres?

Somos hijos e hijas de una misma tierra, hermanos y hermanas de diferente color. Hablad con ellos, apretad sus manos, besad sus mejillas y os daréis cuenta que son humanos. Sólo hacen falta sesenta segundos para conocerlos, ¿a qué esperáis para intentarlo?

lunes, 10 de enero de 2011

AÑO NUEVO



Una mariposa aletea, parpadeo, vuelvo la cabeza y el río ya ha pasado. La nieve se ha hecho nube, la nube mar, el cielo se ha apagado, hablado y callado. Una hoja se desprende y baila mecida por el viento, Martina nace, Delibes muere... ¿acaso viven las palabras que no se escriben?


Veo en mi risa una arruga nueva y en el horizonte, las rasgadas velas de mis sueños aún preñadas por el viento. No hay tierra más firme que el asfalto y sin embargo, mis pies prefieren el barro. Qué vengan, qué vengan las piedras y los palos, las crecidas, las sequías, los chapuzones, el frío, la niebla y la tibieza, que venga lo que venga, que sea lo que sea, tengo sesenta segundos para atraparlo.