Navegando anchos ríos y
atravesando largos puentes,
así pasan los años,
así se llega al mar.
Cuando no sepas dónde ir
hazte remolino.
Cuando tengas prisa por llegar
sé un torbellino.
Pero cuando vayas a desembocar
vete despacio, segundo a segundo,
latido a latido.
Besa las piedras que arrastres contigo
porque en ellas están tus huellas
y mi camino.
Tan antiguo y rodado como tú,
yo seré el canto que llegue contigo.
Una vez allí, saltaremos más allá.
1 comentario:
me encanta... increíble!
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