miércoles, 28 de abril de 2010

Charco dam


Durante las obras de drenaje de un embalse en Serengueti. Verano de 2009.

Unos cuantos niños aprovechaban la ocasión para vender té y galletas a los operarios de las máquinas. Vi a éste llenar su termo con el agua fangosa que quedaba en el fondo del embalse, llevársela a su madre para que la hirviera e hiciera té. Yo lo vi igual que quienes bebían el té pero no pareció importarles. Pagaron y se lo bebieron.

El embalse ya está terminado. Podrían beber agua limpia si no fuera porque alguien roba los grifos. Eso fuerza que el ganado abreve directamente en el embalse, junto a los seres humanos.

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