La bola del mundo partida delante de un colegio en Jazmel, Haití, cien días después del terremoto.
De los sesenta segundos de ese instante recuerdo el silencio. Arrodillarme para tomar la foto, ver los pupitres vacíos de fondo y pensar ¿dónde están esos niños que no están soñando ni aprendiendo a pensar? Haití tiene que re-inventarse.
De los sesenta segundos de ese instante recuerdo el silencio. Arrodillarme para tomar la foto, ver los pupitres vacíos de fondo y pensar ¿dónde están esos niños que no están soñando ni aprendiendo a pensar? Haití tiene que re-inventarse.
Si pudiéramos empezar de cero, ¿cómo querríamos que fuera nuestro mundo? Si nuestra sociedad se hubiera venido abajo y todos nosotros viviéramos en la calle, ¿volveríamos a construir igual que antes? ¿Querríamos volver a lo que tuvimos o mejoraríamos los defectos? ¿Cómo lo haríamos? Las soluciones sólo pueden nacer de la imaginación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario